-No me hagas reír
-¿Por qué no? Me encanta cuanto te sonrojas tanto y muestras todos tus dientesillos.
- Ya para! Que si me rio mucho luego voy a tener hipo.
- Pues que venga! Siempre te ves muy mona cuando tu pecho empieza a brincar.
Hip,hip.
-¿Contento?
-Mucho más que eso.
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¡Ay, qué dulce! Casi tanto como un algodón de azúcar. Detesto tener hipo, pero me encanta sonreír. ¿A quién no?
ResponderEliminarSaludos subterráneos.
da igual tener hipo si es por haber sonreido =)
ResponderEliminarme gusta tu blog, te sigo!
que dulce!!!!. no me gusta tener hipo, pero si te dicen eso va a pasar a ser hermoso
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