Le prometí a Tropi que si se portaba bien le iva a contar un cuento bonito al terminar el día, siempre y cuando que el gatito del frente se haya ido, porque si hay algo en este mundo que no soporta son los mininos blancos con manchas negras y el chocolate amargo ya que le da alergia.

Europa, América, Asia, África... pero donde diantres te has metido? A no! No me digas que estas de nuevo en la Antartida o si? Mira que tienes que ser…bue ya sabes... qué? que diablos estoy diciendo?! Jo, ya déjalo. La cosa es que ya veo que voy hasta el polo norte o sur , como quieras llamarlo, y te encuentro en bóxers con un par de calcetines a rayas y orejeras de las que se compran en los zoológicos para los elefantes azules.
Y ahi estas tu,haciendo el método tortuga, bien apretujadito, con un par de pingüinos a cada costado , levantando la nariz bien alto (que ya debe de estar demasiado roja con lo blancucho que eres) para tomar un poco de sol mientras titiritas jajajajajajaja te lo imaginas? Tu allí, con el frío que hace! Es que no se te podía ocurrir otra cosa mejor; claro que no.

***

- Tu estas mal de la cabeza ya te lo he dicho?

-Mmm a que sabo?
-Al mejor pastel de chocolate que haya probado.
-Nada mas?
- Espera! Que todavía no he terminado.
Le agarra la cara y se la acerca a la suya; de manera bruta la empieza a besar.
-Crema.Sí; eso era.

Te aseguro que si te escondes detrás de la cortina, te quedaras dormido en la bañera. Fíjate bien, a lo mejor encuentres pececitos de colores que viajan en burbujas de jabón y usan shampoo de miel y canela de los que dejan un olor riquísimos en las aletas.
***
A Natalí siempre se le revuelve la pancilla ,de tanta risa que le agarra, cuando los seca con secador y les quedan todas las escamas paradas.

Como erizos, los llama ella.

Ella es una brujita traviesa a la que le encanta ponerse el sombrero de punta y lucir sus zapatos rojos de tacón bien alto. En las noches de verano, ella monta en su escobillón del sótano que lleva justo en la punta de los flecos cascabeles de plata para que cuando se acerque algún hombre lobo o muñequita de trapo, ya estén alerta por las dudas que a la brujita traviesa se le ocurra robar golosinas y repartir abrazos crujientes con toneladas de sonrisas.

-No te le acerque mucho, que si te llega a ver tan tristona como estas te aseguro que te voy a hacer ir casa por casa, hasta que llegues a recuperar cada calabaza que acabo de juntar. Una por una. Más te vale!

El vecino de al lado tiene una bolsa entera de chupachups, sabor albaricoque, porque sabe que a Moli le encantan esos chupetines tan ricos de doble sabor. Ella es la niña más golosa que conoció y a saber porque siempre le gusto espiarla por la ventana que da a su jardín. Cada vez que la ve asomarse la llama y le prepara su chupetín a cambia de sus besos, que a veces luego de una cuanta serie de refunfuños se los termina robando o simplemente ella termina comiéndoselos a todos (hasta con papelito incluido) y lo más extraño es que no dice ni mú y se va con esa sonrisita tan picarona que lo hace poner igualito a un tomate, cuando recibe aquel regálalo que le manda directo por encomienda aérea.

(Lo malo es, que cuando vuelva a comprar el paquetito de chupachups va a terminar con unas cuantas costillas menos, si la kiosquera se llega a enterar que cada día está volviendo más millonaria.)