martes

El vecino de al lado tiene una bolsa entera de chupachups, sabor albaricoque, porque sabe que a Moli le encantan esos chupetines tan ricos de doble sabor. Ella es la niña más golosa que conoció y a saber porque siempre le gusto espiarla por la ventana que da a su jardín. Cada vez que la ve asomarse la llama y le prepara su chupetín a cambia de sus besos, que a veces luego de una cuanta serie de refunfuños se los termina robando o simplemente ella termina comiéndoselos a todos (hasta con papelito incluido) y lo más extraño es que no dice ni mú y se va con esa sonrisita tan picarona que lo hace poner igualito a un tomate, cuando recibe aquel regálalo que le manda directo por encomienda aérea.

(Lo malo es, que cuando vuelva a comprar el paquetito de chupachups va a terminar con unas cuantas costillas menos, si la kiosquera se llega a enterar que cada día está volviendo más millonaria.)

3 comentarios:

  1. Moli parece una chica muy adorable y a la vez un tanto pícara. Me recuerda a Lolita y el vecino es un poco Humbert.

    Me ha gustado tu rincón especial. Así que me pasaré cada vez que pueda =)

    Un beso de piruleta de albaricoque!

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  2. Que divertido jajajjaajj:)



    Un chibittiikin :*

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  3. muy bueno car, espero que sigas escribiendo asi

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